Monstruo marino
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Hace cientos de años, los marineros estaban aterrorizados por el Kraken, un temible monstruo marino capaz de hundir barcos y con gusto por la carne humana. Hoy sabemos que las leyendas de este monstruo se basaban en avistamientos de calamares gigantes. Este animal pertenece al género Architeuthis y fue objeto de numerosos estudios científicos. A pesar de su enorme tamaño (hasta 18 m), el calamar gigante es asombrosamente esquivo y gran parte de su biología sigue siendo desconocida. Envuelto en el misterio, el Architeuthis es casi una criatura mitológica y ocupa un lugar tanto en la ciencia como en el mito: la última de las leyendas que persiste hasta nuestros días.
Criaturas acuáticas de la mitología japonesa
Afanc (folclore galés y celta): Se dice que se originó en un lago cerca de Betws-y-Coed, el Afanc es un monstruo demoníaco de lago de la mitología galesa. Se encorva a cuatro patas y parece algo así como el engendro de un cocodrilo y un castor.
Architeuthis (vida real): Un género de calamares gigantes que se dice que contiene hasta 8 especies diferentes. La palabra en griego se traduce como «calamar jefe» y muchos de sus parientes evolutivos se ganan ese nombre sólo por su tamaño: algunos pueden crecer hasta 14 metros de longitud y se cree que luchan con los cachalotes.
Ahuizotl (mitología): Representado en glifos cerca del lago Texcoco, en México, este legendario «perro de agua» procede de la mitología azteca y se dice que atrae a los transeúntes hacia la muerte. Se convirtió en la mascota de un gobernante que llevaba su nombre y el conquistador Hernán Cortés informó en una ocasión de que uno de sus seguidores había sido devorado por esta bestia.
Aspidochelone (Bestiarios Medievales): Esta gargantuesca criatura marina solía describirse como una tortuga marina con un caparazón tan grande que a los marineros les parecía una isla. Los marineros desembarcaban en su lomo y la bestia se volcaba y los engullía con su enorme pico.
Criaturas marinas míticas
Rodrigo Brincalepe Salvador no trabaja, asesora, posee acciones ni recibe financiación de ninguna empresa u organización que pueda beneficiarse de este artículo, y no ha revelado ninguna afiliación relevante más allá de su nombramiento académico.
El Kraken es quizás el mayor monstruo jamás imaginado por la humanidad. En el folclore nórdico, se decía que rondaba los mares desde Noruega hasta Groenlandia, pasando por Islandia. El Kraken tenía la habilidad de acosar a los barcos y muchos informes pseudocientíficos (incluidos los oficiales de la marina) decían que atacaba a los buques con sus fuertes brazos. Si esta estrategia fallaba, la bestia empezaba a nadar en círculos alrededor del barco, creando un feroz torbellino para arrastrarlo.
Por supuesto, para que un monstruo valga la pena, tiene que tener gusto por la carne humana. Las leyendas dicen que el Kraken podría devorar a toda la tripulación de un barco de una sola vez. Pero a pesar de su temible reputación, el monstruo también podía aportar beneficios: nadaba acompañado de enormes bancos de peces que caían en cascada sobre su espalda cuando salía del agua. Así, los pescadores valientes podían arriesgarse a acercarse a la bestia para conseguir una abundante pesca.
Monstruos marinos reales
La palabra inglesa «kraken» procede del noruego. En noruego y sueco, «kraken» es la forma definida de «krake», una palabra que designa a un animal malsano o algo retorcido (cognado con el inglés «crook» y «crank»). En alemán moderno, «krake» (plural y singular declinado: «kraken») significa pulpo, pero también puede referirse al monstruo legendario[3].
«Ahora te diré que hay dos monstruos marinos. Uno se llama hafgufa (niebla marina), otro lyngbakr (espalda de brezo). Esta (la lyngbakr) es la ballena más grande del mundo, pero la hafgufa es el monstruo más grande del mar. La naturaleza de esta criatura es tragarse a los hombres y a los barcos, e incluso a las ballenas y a todo lo que esté a su alcance. Permanece sumergido durante días, luego asoma la cabeza y las fosas nasales por encima de la superficie y permanece así al menos hasta el cambio de marea. Ahora bien, ese sonido por el que acabamos de navegar era el espacio entre sus fauces, y sus fosas nasales y su mandíbula inferior eran esas rocas que aparecían en el mar, mientras que el lyngbakr era la isla que veíamos hundirse. Sin embargo, Ogmund Tussock te ha enviado estas criaturas por medio de su magia para causar la muerte de ti (Odd) y de todos tus hombres. Pensó que más hombres habrían seguido el mismo camino que los que ya se habían ahogado (es decir, hacia el lyngbakr que no era una isla, y se hundió), y esperaba que el hafgufa nos hubiera tragado a todos. Hoy he navegado por su boca porque sabía que acababa de salir a la superficie»[3].
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